el pollo
Imagina que te encuentras un pollito que se ha caído del nido y que no para de piar de hambre. Tienes tres opciones:
a) Pasas del tema, es mejor que las cosas sigan su curso y no intervenir.
b) Te lo llevas a casa y lo alimentas.
c) Le construyes un entorno más o menos seguro, lo alimentas allí mismo y decides que al día siguiente volverás a pasar por el mismo lugar a ver cómo está.
¿Tú qué harías?
PD: recuerda que, en ocasiones, los pollitos tienen el culo cosido por un cazador que espera que la madre traiga presas al nido. Si es este el caso, la solución es cortar el hilo y esperar a ver qué pasa.